ECO Y NARCISO

El mito de Eco y Narciso               

Eco era una ninfa muy alegre y conversadora que entretenía a Hera, mientras el dios Zeus buscaba aventuras amatorias. Cuando Hera se enteró de las infidelidades de su esposo, castigó a Eco. La ninfa ya no podría hablar por sí misma, sino repetir las últimas palabras que escuchara. Asustada, la ninfa se escondió en una cueva junto a un estanque.

Narciso era un joven de belleza inigualable, de quien se enamoraban tanto hombres como mujeres, solo para sufrir su rechazo. Un día, caminaba cerca de la cueva de Eco, y la ninfa se enamoró. El joven entró a la cueva y gritó: “¿Hay alguien aquí?”, y se oyó a Eco: “Aquí… aquí…”. Luego dijo Narciso: “Ven”, y la voz repetía “Ven… ven…”.

Eco salió con los brazos abiertos hacia Narciso, pero la rechazó, y Eco se consumió en la cueva. Némesis, diosa de la justicia y la venganza, contempló la escena y maldijo a Narciso. Cuando este sintió sed, se acercó al estanque, vio su reflejo y se enamoró perdidamente de sí mismo, arrojándose sobre las aguas. Al morir, brotó en el estanque una flor, llamada narciso.

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